Cambio de miras
Abandonada a su suerte,
refugiada en la soledad,
bajo su piel se esconde,
para volver a ser fuerte.
Despide a sus miedos,
se los lleva el viento,
que ruje muy fiero,
ya sin aliento.
Una derrota sufrida
no es más que
una victoria escondida.
Tan sólo con cambiar de miras,
las palabras saltan de esquina,
la oscuridad el día ilumina,
la luz enciende la noche infinta.
Me pierdo en tu recuerdo,
sin tenerte poco a poco muero,
y es que debo olvidarte
pues cuando te quiero,
yo ya no me quiero.
DONA LLUITADORA DE MENA…
Como la vida misma..